Nosotros

amigarti

Cómo nació Amigarti

Hola, soy Daniela Garzón y desde niña me acompaña el tejido, un arte que aprendí de mi abuelita Flori. Con paciencia y cariño me enseñó mis primeros puntos, regalándome mucho más que una habilidad: una forma de crear y expresarme. Durante años tejí por gusto, pero en 2023 decidí volver al crochet con un propósito claro y nació Amigarti, una unión de “amigurumi” y “arte”, porque cada pieza que hago está llena de paciencia, emoción y amor.

Flori

Y hay alguien más que forma parte muy especial de este proyecto: mi gato, Lucario. Lucario ha sido mi compañero fiel desde el principio. Está conmigo cuando tejo, se acuesta cerca de mis ovillos, se duerme a mi lado mientras trabajo… y sí, a veces intenta robarse algún hilo o jugar con mis materiales, pero siempre está presente. Su compañía me inspira, me acompaña en los momentos en que dudo, y me hace sentir que no estoy sola en este proceso. Muchas veces, cuando diseño una nueva pieza, pienso en él. En su forma de observar, en su tranquilidad, en lo mucho que transmite sin hablar. Incluso hay detalles, colores o ideas que nacen de mirarlo. Por eso digo que Lucario también está en cada puntada.

Lucario

En Amigarti creo muñecos, ropa y accesorios hechos a mano, cada uno con su propia historia. Tejer no es solo técnica: es compartir un pedacito de mí, una emoción transformada en hilo. Gracias por apoyar este sueño tejido desde el corazón. Espero que encuentres esa pieza que te hable y se convierta en parte de tu historia.

Lucario

Con cariño,

Daniela y Lucario 🐾

Misión

En Amigarti, nuestra misión es crear piezas tejidas únicas que conecten con las emociones de las personas, transformando hilos en historias. Cada muñeco, prenda o accesorio está hecho a mano con dedicación, amor y paciencia, honrando el arte del crochet que aprendí de mi abuelita y que hoy continúa acompañado por la inspiración de mi gato Lucario. A través de cada puntada, buscamos transmitir calidez, identidad y el valor de lo hecho con el corazón.

Visión

Nuestra visión es ser un referente del crochet emocional y personalizado en el mundo hispano, creando una comunidad que valore lo artesanal, lo auténtico y lo íntimo de cada pieza hecha a mano. Soñamos con llevar Amigarti a más rincones del mundo, sin perder nunca el alma que lo hace especial: la historia detrás de cada hilo, la presencia de quienes nos inspiran y el deseo constante de tejer belleza con sentido.

Amor por lo hecho a mano

Cada pieza es creada con dedicación, cariño y paciencia. Valoramos el arte del crochet como una forma de expresión y conexión humana.

Autenticidad

No hay dos piezas iguales, porque cada una refleja un momento, una emoción, una historia. Lo artesanal es único, y celebramos esa diferencia como parte de nuestra esencia.

Inspiración con raíces

Honramos a quienes nos enseñaron y marcaron el camino. Amigarti nace del amor de mi abuelita Flori y se teje día a día con la compañía de mi gato Lucario. Todo tiene un origen emocional que se siente en cada creación.

Conexión emocional

No solo tejemos productos: tejemos momentos, memorias, detalles que hacen sentir. Queremos que cada persona que reciba algo de Amigarti sienta que lleva consigo un pedacito de historia.

Paciencia y cuidado en cada detalle

Creemos que lo valioso lleva tiempo. Respetamos los procesos, cuidamos cada puntada y nos tomamos el tiempo necesario para que cada pieza sea realmente especial.

Compromiso con lo auténtico

Amigarti no busca producir en masa, sino crear con alma. Apostamos por un ritmo más humano, consciente y lleno de significado.

Creatividad libre y emocional

Nos permitimos soñar, imaginar y crear desde lo que sentimos. El crochet es nuestra forma de contar historias, y lo hacemos con libertad y corazón.